Jesús valida la Biblia (no al revés)

Tim Stratton | Traducido por Raúl Jaramillo

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February 6, 2018

¿Existe Dios?, ¿es el Cristianismo verdadero?, ¿es la Biblia confiable? Estas son las tres preguntas más importantes que una persona podría hacerse.

Incluso si un escéptico comienza con la presuposición de que la Biblia no es confiable, ellos probablemente estarían de acuerdo con el apóstol Pablo de que si Cristo no resucitó nuestra fe es inútil (1 Cor. 15:14, 17). Básicamente, lo que Pablo está diciendo es que si Jesús no se levantó de entre los muertos, entonces ¡somos un conjunto de idiotas a quienes les deben de tener lástima! Y tiene razón. Si la resurrección de Jesús no fue un evento histórico real, entonces el Cristianismo es falso y no corresponde con la realidad.

Esto es de suma importancia cuando se trata de la confiabilidad de la Biblia. Después de todo, ¿meramente creemos que la Biblia es digna de confianza porque tu pastor lo dijo o porque realmente tenemos buenas razones para pensar que la Biblia realmente es la Palabra de Dios?

Razonamiento Falaz

Por años, cuando yo le decía a alguien que la Biblia es la Palabra de Dios, lo sustentaría señalando que 2 Timoteo 3:16 dice, “Toda Escritura es Inspirada por Dios”. Bueno, eso está bien. Estoy contento de que la Biblia dice que es la Palabra de Dios, porque si lo es, debería afirmar serlo; sin embargo, si voy a usar un verso de la Biblia afirmando que es la Palabra de Dios, para probar que es la Palabra de Dios, soy culpable de un razonamiento ilógico. Los filósofos llaman esto “petición de principio”, o “razonamiento circular”.

Aquí hay un ejemplo gracioso de esta falacia lógica con respecto al internet:

1- No pueden poner algo en internet que no es verdad.

2- Lo leí en internet.

3- Por lo tanto, todo en el internet es verdad.

Espero que ese intento de argumento te haya hecho reír. Lo triste es, sin embargo, que mi razonamiento falaz del pasado era muy similar. Yo argumentaría de la siguiente forma:

1- Si la Biblia dice que es la Palabra de Dios, entonces es la Palabra de Dios.

2- La Biblia dice que es la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16).

3- Por lo tanto, la Biblia es la Palabra de Dios.

4- La Biblia dice que Jesús resucitó de los muertos.

5- Por lo tanto, Jesús resucitó de los muertos.

6- Por lo tanto, el Cristianismo es verdadero.

¿Ven el problema con este enfoque? Solía argumentar que el Cristianismo era verdad para argumentar que era verdad. Ahora, a pesar de que el Cristianismo es verdad, esta no es la razón por la que pienso que lo es. De hecho, este argumento no provee ninguna razón en lo absoluto porque cualquier argumento basado en una falacia lógica no es un argumento en lo absoluto.

Muy comúnmente los ateos naturalistas son culpables de esta clase de razonamiento. Ellos asumen que la naturaleza es todo lo que existe. Desde esa base, ellos argumentan que el estudio de la naturaleza (la ciencia) es la única forma de conocer la realidad. Además, ellos usualmente rechazan el libre albedrío libertariano y dirán que todas las cosas – incluyendo sus pensamientos y creencias – están causalmente determinados vía las leyes de la naturaleza y las condiciones iniciales del Big Bang. De ahí, ellos permanecen asumiendo que las leyes de la naturaleza los han determinado a tener creencias verdaderas para después argumentar que sus creencias son verdaderas.

Este es el paradigma de la petición de principio y una falacia lógica que los Cristianos deben de ser cuidados en evitar. Si vamos a mostrar que la Biblia es la Palabra de Dios, debemos llegar a ella con neutralidad. No podemos comenzar con la presuposición de que lo es; sino que debemos comenzar tratando a los 27 libros del Nuevo Testamento como fueron originalmente escritos – como relatos y cartas individuales históricas.

Además, el apóstol Pablo argumenta, el punto sobresaliente – y en el cual casi cada otro tema del Cristianismo necesita estar basado en – es la Resurrección de Jesucristo. ¿Realmente murió Jesús en una cruz y tres días después realmente regresó a la vida? Esa es la pregunta real, el Cristianismo, y la mismísima confiabilidad de las Escrituras dependen en esta pregunta.

Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación(1 Corintios 15:14).

Pablo está apostando a un solo caballo. Si Jesús no resucitó de los muertos, entonces los Cristianos son delirantes y están perdiendo su tiempo las mañanas de los domingos. Sin embargo, si Jesús realmente resucitó de los muertos, entonces asistir a la iglesia ¡tiene una gran significancia!

Conocimiento del Pasado

¿Existen razones sólidas y evidencia histórica justificando la fe Cristiana? ¿Realmente podemos conocer lo que sucedió 2000 años atrás sin simplemente asumir que la Biblia es la Palabra de Dios? Los historiadores han establecido algunas guías cuando se trata de llegar a conclusiones acerca de cualquier cosa en la historia antigua. Estas son conocidas como “Reglas de la Investigación Histórica”. Para establecer algo del pasado antiguo como histórico, necesitamos líneas convergentes de evidencia tales como la información de testigos oculares, cercanía a los hechos, y criterios.

Usando estas guías, los historiadores están bastante confiados al hacer declaraciones con respecto a figuras antiguas como Julio César y Alejandro Magno. ¿Cómo es que los académicos pueden afirmar conocer hechos sobre estos sujetos antiguos muertos? Cuando se trata de establecer información histórica, no importa si algo sucedió miles de años atrás. Lo que importa es que tengamos acceso a los eventos que sucedieron miles de años atrás.

Este acceso está provisto a través de líneas convergentes de evidencia tales como información escrita o inferencial. A través de esta evidencia, a pesar de que un historiador no puede conocer los eventos de la historia con una certeza del 100%, ellos pueden llegar a conocer los hechos históricos con altos grados de certeza y la inferencia a la mejor explicación (de manera similar a lo que los biólogos evolucionistas hacen hoy en día). Se deduce que los historiadores son capaces de hacer afirmaciones expertas sobre lo que sucedió cuando se trata de figuras de la antigüedad como Alejandro Magno o Julio César, y, de paso, a las figuras bíblicas también.

Lo que es asombroso es que las fuentes para Jesús son por mucho superiores a las de Alejandro y Julio. Piensa acerca de todas las cartas y biografías individuales escritas a través de muchos años por múltiples autores (no un solo libro escrito por un autor en un momento de la historia). De hecho, incluso historiadores preparados (escépticos y ateos) irán al Nuevo Testamento y lo usarán para sus propósitos (Los vamos a tratar en la misma forma en la que ellos lo hacen).

Bart Ehrman, es probablemente el historiador más popular e influyente argumentando en contra del Cristianismo actualmente. Esto es lo que Ehrman ha dicho con respecto a los Evangelios en el Nuevo Testamento:

“Las mejores fuentes y las más antiguas que tenemos para conocer acerca de la vida de Jesús son los cuatro evangelios del Nuevo Testamento, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Esta no es simplemente la perspectiva de los historiadores Cristianos que tienen en alta estima el Nuevo Testamento y su valor histórico; esta es la perspectiva de todos los historiadores serios de la antigüedad de cualquier clase, desde los comprometidos Cristianos evangélicos hasta los ateos fuertes”.   [1]

Ahora, muchos de estos sujetos que son ateos devotos “eligen a conveniencia” la información del Nuevo Testamento que ellos quieren torcer pero ellos evitan las Escrituras que prueban lo contrario. Yo digo que usemos todo el Nuevo Testamento. Con esto en mente, el Nuevo Testamento es una colección de biografías históricas y cartas, y es reconocido como tal. Los escépticos arbitrariamente escogen ignorar las partes que tienen alguna cosa relacionada con lo sobrenatural simplemente porque ellos presuponen el naturalismo (recuerden que esto es una petición de principio). Los escépticos son culpables de lo que nosotros estamos siendo cuidadosos de no cometer. No estamos asumiendo que la Biblia es la Palabra de Dios para argumentar que lo es. Los ateos naturalistas están asumiendo que la naturaleza es todo lo que hay para proclamar que no hay Dios.

Los 27 escritos individuales que fueron juntados con el tiempo, y eventualmente agrupados bajo una portada que llamamos Nuevo Testamento, abarcan mucha información para obtener acceso al Antiguo Oriente algunos miles de años atrás. Pero esperen, ¡hay más! También tenemos varias fuentes no Cristianas que hacen referencia a Jesús durante el primer siglo. También hay fuentes arqueológicas, además de otras fuentes no Cristianas no incluidas en el Nuevo Testamento.

Después de acumular toda esta información, tenemos abundancia de evidencia e información histórica con respecto al hombre histórico, ¡Jesús de Nazaret!

Pero los no historiadores aún se quejan, ¿cómo alguien podría obtener conocimiento acerca de algo que sucedió hace 2000 años?  Estas personas fallan en entender que el lapso entre el momento de un evento y hoy no es un asunto primario, sino la brecha de tiempo entre el evento histórico y la evidencia para ese evento. Como William Lane Craig dijo,

Si el lapso entre un evento y la evidencia para ese evento es corto, entonces no importa cuánto tiempo la evidencia y el evento mismo se han retrocedido hacia el pasado. La buena evidencia no se convierte en mala evidencia, únicamente por el paso del tiempo.

En el caso de Jesús de Nazaret, la brecha de tiempo es extremadamente corta. De hecho, si quieres hacer tu propia investigación, recomiendo ampliamente comenzar con el libro escrito por Mike Licona y Gary Habermas, titulado, The Case for the Resurrection of Jesus (El Caso para la Resurrección de Jesús). Después de ello, pasa al siguiente nivel con The Resurrection of Jesus: A New Historiographical Appoach (La Resurrección de Jesús: Un Nuevo Enfoque Historiográfico).

Información Histórica

Examina un pasaje de la carta que el apóstol Pablo escribió a los Corintios. Tiene grandes implicaciones (recuerda, únicamente estoy tratando esta carta como literatura antigua, no como algo más). Considera esta pieza de evidencia significante en la tradición pre-bíblica, la tradición oral que fue entregada al apóstol Pablo, la cual él registra alrededor del 55 d.C. en 1 Corintios 15:3-5.

Este credo afirma que Jesús fue crucificado para pagar por nuestros pecados, que Él murió y fue sepultado, que Él se levantó de los muertos en el tercer día y que Él había sido visto por testigos oculares.

Los historiadores han notado que es obvio del vocabulario usado en este credo que no es originalmente del autor de 1 Corintios. Esto es incluso aceptado por la gran mayoría de eruditos escépticos, ateos y no-Cristianos, que Pablo debió haber recibido este credo por alguien más en Jerusalén (lo más probable es que de Pedro o Santiago) en algún punto de entre dos a ocho años después de la crucifixión. Pablo lo deja en claro: “Les enseñé lo que recibí”.

Dado que estas palabras ya existían cuando fue entregado a Pablo por primera vez, podemos concluir lógicamente que este credo fue establecido incluso mucho antes, y por lo tanto, estas creencias datarían, de hecho, la tradición oral misma, lo cual muchos historiadores creen que nos remonta hasta el año de la cruz en el 30 d.C.

El historiador, James D.G. Dunn, llega a la conclusión de que lo más tarde que este credo pudo haber sido desarrollado es meramente seis meses después de la crucifixión. Esa es evidencia extremadamente temprana, incluso para los estándares de hoy. El historiador y ateo alemán Gerd Lüdermann, renuentemente admite que este credo puede ser rastreado hasta uno de los primeros tres años después de la crucifixión e incluso los más escépticos de los escépticos afirman que este credo se desarrolló por el 50 d.C.

También existe documentación temprana de que muchas personas, cientos y cientos, vieron al Jesús Resucitado y dieron testimonio a meses de la crucifixión. Esto provee justificación para afirmar que las declaraciones hechas en este credo son probablemente verdaderas. Sin embargo, si uno aún está comprometido con su escepticismo, consideren lo ilógico de que un credo haya sido inventado y aceptado en el mismo pueblo donde se decía que Jesús había vivido – sin mencionar que ahí fue públicamente ejecutado – si esta historia de Jesús fue solo un mito. Imagina el siguiente escenario propuesto por Amy-Orr-Ewing:

Imagina que decides que quieres comenzar tu propia religión (porque hay mucho dinero en ello), así que inventas la historia de un hombre asombroso llamado Hobart. Si te vas a Los Ángeles y comienzas a proclamar que hace algunos años Hobart había hecho, en esa misma ciudad, incontables milagros.  Hobart también causó tal escándalo que, eventualmente, los oficiales de la ciudad se involucraron y sostuvieron una ejecución pública (en la Playa Venice). Pero después, Hobart – era tan asombroso—que se levantó de entre los muertos e hizo muchas apariciones.

¿Cuántos seguidores tendrías? Aparte de Tom Cruise, ¡tendrías suerte si tuvieras uno! Mucho menos miles que estuvieran dispuestos a morir por esta historia. Nadie en los Ángeles tendría algún recuerdo de tal hombre o de esos eventos. El movimiento nunca obtendría suficientes seguidores para ganar ímpetu. Tal esquema es obviamente ridículo y destinado al fracaso.

Sin embargo, esto es exactamente lo que los “mitistas de Jesús” dicen hoy. [2] Estos ateos comprometidos asumen que este escenario Hobart ocurrió exitosamente en el primer siglo en Jerusalén—una ciudad con significativamente menos personas que Los Ángeles. Esta no es una inferencia a la mejor explicación.

Los Historiadores han llegado a conclusiones con respecto a Jesús a través de múltiples testimonios de personas que fueron o compañeros de Jesús o tuvieron conocimiento de primera mano de Jesús. Esto es fantástico y evidencia extremadamente temprana, que los historiadores considerarían una mina de oro si fuera con respecto a cualquier otro evento en la historia antigua.

Hechos & Método

Los historiadores buscan fuentes independientes, tales como, versiones de testigos oculares, tanto positivas como vergonzosas. Estas fuentes son abundantes cuando se trata de la vida de Jesús y su resurrección. Mike Licona dice que tenemos tanta evidencia para la resurrección, sino es que más, que la que tenemos para Julio César cruzando el Rubicón el 49 A.C. Incluso los escépticos y ateos más sólidos admiten varias cosas como hechos históricos acerca de Jesús. Por ejemplo:

  1. Jesús existió.
  2. Jesús murió por crucifixión.
  3. Los discípulos de Jesús (al menos) creían que Jesús había resucitado de los muertos y se les había aparecido.
  4. El perseguidor de la Iglesia, y un cazador de Cristianos, Saulo fue radicalmente transformado en el Predicador de Jesús, Pablo.
  5. Santiago el escéptico (el hermano de Jesús) repentinamente fue cambiado en alguien que estaba dispuesto a morir por el evangelio.
  6. La tumba de Jesús fue encontrada vacía por las mujeres seguidoras de Jesús.

Licona formula su caso aún más fuerte al utilizar un enfoque de “hechos mínimos” en donde ni siquiera necesita hacer referencia a los Evangelios, lo que significa que incluso si no existieran los Evangelios estos hechos sobre Jesús permanecen:

  1. Pablo fue un testigo ocular (hostil)
  2. Pablo conocía a los discípulos de Jesús.
  3. Pablo enseñó lo que los discípulos enseñaron.
  4. Ellos enseñaron las apariciones a individuos y grupos, a simpatizantes y enemigos,
  5. Ellos y Pablo enseñaron (y creyeron) que Jesús resucitó de los muertos físicamente.

1-4 son HECHOS aceptados respecto a Jesús, y el quinto, a pesar de que no es aceptado por muchos escépticos, permanece sin refutación. Así que, cuando se trata del método histórico, necesitamos hacernos las siguientes preguntas: ¿Qué hipótesis explica mejor todos estos hechos? La hipótesis de la resurrección explica todos estos hechos; ninguna otra explicación naturalista que haya sido ofrecida hasta ahora explica todos estos juntos. La mejor explicación de los hechos es aquella que da sentido a todos ellos juntos. Únicamente la hipótesis de la resurrección permanece en la mesa.

Mike Licona una vez me dijo, “La objeción principal a la resurrección, no es una falta de evidencia histórica [la tenemos]; sino, es una cuestión de cosmovisión, porque la resurrección de Jesús requiere que un ser sobrenatural exista”. Recuerden, asumir que Dios no existe para argumentar que Dios no puede resucitar a Jesús de los muertos es una petición de principio, lo cual es una falacia lógica.

Una de mis áreas de investigación se enfoca en el Argumento Cosmológico Kalam, el cual demuestra evidencia filosófica sólida apoyada por información científica que una causa sobrenatural del universo existe. Si tenemos evidencia para un creador sobrenatural del universo (desde la nada), entonces la resurrección de Jesús sería un mero “juego de niños” para el Creador del Universo. Por lo tanto, uno no tiene base para rechazar la evidencia histórica con respecto a la resurrección de Jesús basado en sus presuposiciones ateas.

La evidencia apoya la existencia de Dios y la resurrección de Jesús por medios sobrenaturales. Dado que los hombres muertos no resucitan naturalmente, como argumenta David Hume, la inferencia a la mejor explicación de la resurrección histórica es que Dios resucitó a Jesús de los muertos. ¡Si Dios resucitó a Jesús de los muertos, entonces el Cristianismo es verdadero! Además, si Dios resucitó a Jesús de los muertos, parece que nos han puesto la calcomanía de aprobación con respecto a todo lo que Jesús declaró y enseñó.

¿Qué enseñó Jesús?

Es importante notar que Jesús no solamente enseño desde el Antiguo Testamento, sino que Él también le otorgó su aprobación a la “ley y los profetas” (Mateo 5:18). Además, puede hacerse un caso en defensa de que la resurrección de Jesús valida las enseñanzas de los apóstoles escogidos de Jesús (Lucas 6:12-16; Hechos 9:15) quienes escribieron o proveyeron la información encontrada en los libros y cartas del Nuevo Testamento. Dada la abundancia de atestiguación múltiple y temprana de los Evangelios, tenemos altos grados de certeza histórica cuando se trata de saber qué enseñó Jesús. Por lo tanto, uno tiene una buena razón para confiar que el Nuevo Testamento en tus manos, el cual está basado en miles de copias tempranas de los manuscritos griegos originales, no es solamente confiable, sino también la Palabra de Dios, que posee autoridad.

En Resumen:

(1) La resurrección de Jesús valida las enseñanzas de Cristo y las de sus apóstoles escogidos.

(2) El Nuevo Testamento fue escrito por los apóstoles escogidos por Jesús o por aquellos que los conocían.

(3) El texto de la Biblia es suficientemente puro.

(4) En el Nuevo Testamento, Jesús dio su aprobación al Antiguo Testamento.

(5) Dado 1-3, tenemos buenas razones para considerar al Nuevo Testamento como confiable y autoritativo y, dado 4, tenemos una buena razón para considerar al Antiguo Testamento como confiable y autoritativo.

¡Ve y lee tu Biblia!

Tim Stratton


NOTAS

*Un agradecimiento especial a Mike Licona por tu enseñanza, guía y amistad.

[1] Bart D. Ehrman, Truth and Fiction in The Da Vinci Code (Oxford: OUP, 2004), 102.

[2] El video originalmente citado en el artículo en inglés fue borrado. Se incluye otro vídeo en donde Ehrman argumenta a favor de la existencia de Jesús en contra de los argumentos de los mitistas. El autor añade aquí la conversación que se llevó a cabo:

Pregunta: “¡No veo evidencia en la arqueología o historia para un Jesús histórico!”

Bart Ehrman: “Pues, yo sí. Quiero decir, es por ello que escribí el libro. ¡TENGO UN LIBRO COMPLETO SOBRE ELLO! Hay mucha evidencia; ¡hay demasiada evidencia [para la existencia de Jesús]!”

Sé que en los grupos en los que sueles andar es comúnmente pensado que Jesús no existió. Permíteme decirte, una vez que sales de tu cónclave, no hay nadie, quiero decir, esto ni siquiera es un tema de discusión para los eruditos de la antigüedad. ¡NO ES UN TEMA DE DISCUSIÓN PARA LOS ERUDITOS DE LA ANTIGÜEDAD!

¡No hay un académico en ninguna universidad o campus en el mundo occidental que enseñe a Los Clásicos, Historia Antigua, el Nuevo Testamento, Cristianismo Primitivo –o cualquier área relacionada—que dude si Jesús existió o no!

Ahora, ello no es evidencia, ello no es evidencia. Únicamente porque todos lo creen no lo hace evidencia. Pero, si quieres saber sobre la teoría de la evolución vs. La teoría del creacionismo – y todo erudito, en cada institución respetable en el mundo cree en la evolución, puede que no sea evidencia, pero si tienes una opinión diferente, más vale que poseas un buen conjunto de evidencia.

La razón para pensar que Jesús existió es porque él es abundantemente atestiguado en fuentes tempranas. Esa es la razón, y doy detalles en mi libro. Fuentes tempranas e independientes indican que Jesús ciertamente existió. Un autor que conocemos CONOCÍA AL HERMANO DE JESÚS, y conocía al discípulo más cercano de Jesús, Pedro. Él es un testigo ocular de tanto el discípulo más cercano de Jesús y su hermano.

Así que, lo lamento. Respeto tu incredulidad, pero si quieres ir a donde la evidencia apunta, creo que los ateos se han hecho un perjuicio al subirse al tren del miticismo porque francamente, ello te hace ver tonto al mundo exterior. Si ello es lo que vas a creer, simplemente te ves tonto.

(Actualización Febrero 2018) El vídeo fue subido nuevamente en el siguiente enlace.

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About the Author

Tim

Stratton

(The FreeThinking Theist)

Timothy A. Stratton (PhD, North-West University) is a professor at Trinity College of the Bible and Theological Seminary. As a former youth pastor, he is now devoted to answering deep theological and philosophical questions he first encountered from inquisitive teens in his church youth group. Stratton is founder and president of FreeThinking Ministries, a web-based apologetics ministry. Stratton speaks on church and college campuses around the country and offers regular videos on FreeThinking Ministries’ YouTube channel.

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