El Argumento del Librepensamiento en Pocas Palabras

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October 18, 2016

Por Tim Stratton | Traducido Por Allan Sánchez

Los ateos aman etiquetarse como “librespensadores” porque ellos afirman no tener restricciones para seguir los hechos dondequiera que los lleve. Estos muy llamados librespensadores declaran que un ateo de hoy en día es “alguien que ha escuchado las afirmaciones de varias religiones, ha leído los libros en donde aquellas afirmaciones son basadas, y ha encontrado las afirmaciones ridículas”. Hay problemas con esta declaración. Para uno, sólo porque un librepensador subjetivamente juzga ciertas afirmaciones religiosas como ridículas, no se sigue lógicamente que ellas son, de hecho, ridículas.

Además, si llegaran a estar en lo cierto, que Dios no existe, es también altamente improbable que el aspecto inmaterial de la humanidad llamado “alma” exista. Esto me ha llevado a la conclusión que es imposible para un naturalista ateo en realmente ser un “librepensador”. Por supuesto, pueden unirse al grupo y llamarse “librespensadores”, pero si llegaran a estar en lo cierto sobre el naturalismo ateo, nadie puede pensar libremente nada.

Si Dios no existe, es difícil ver cómo alguien podría alguna vez pensar libremente sobre la buena evidencia, la argumentación y elegir considerar y pensar racionalmente para llegar a las conclusiones más lógicas. Esto es demostrado en un argumento que construí después de meditar en lo que significa pensar libremente:

El Argumento del Librepensamiento en Contra del Naturalismo

 1- Si el naturalismo es verdadero, el alma inmaterial humana no existe.

2- Si el alma no existe, el libre albedrío libertariano no existe.

3- Si el libre albedrío libertariano no existe, la racionalidad y el conocimiento no existe.

4- La racionalidad y el conocimiento existen.

5- Por lo tanto, el libre albedrío libertariano existe.

6- Por lo tanto, el alma existe.

7- Por lo tanto, el naturalismo es falso.

8- La mejor explicación para la existencia del alma es Dios.

Básicamente, la premisa (1) es sinónima con “si el naturalismo es verdadero, la naturaleza es todo lo que existe”. Eso es bastante sencillo. La premisa (2) es equivalente a “si todo lo que existe es la naturaleza, entonces todo lo que existe es causalmente determinado, entonces eso incluye todos los pensamientos y creencias”. Si nuestros pensamientos y creencias son impuestos sobre nosotros, y no pudimos haber escogido mejores creencias, entonces nos dejan simplemente asumiendo que nuestras creencias son buenas (sin hablar de verdaderas). Por lo tanto, nunca podríamos afirmar racionalmente que nuestras creencias son la inferencia a la mejor explicación—sólo podemos asumirla.

Aquí está el gran problema para el naturalista ateo: se sigue lógicamente que si el naturalismo es verdad, entonces los ateos—o cualquier otra persona para el caso—no pueden tener conocimiento. El conocimiento es definido como “creencia verdadera justificada”. Puede suceder que uno tiene creencias verdaderas; sin embargo, si no posee justificación por una creencia específica, su creencia no califica como una afirmación de conocimiento. Si uno no puede inferir libremente la mejor explicación, entonces uno no tiene justificación que su creencia realmente es la mejor explicación. Sin justificación, el conocimiento se va por el desagüe. Todo lo que queda son suposiciones de petición de principio (una falacia lógica).

Obviamente los humanos poseen racionalidad y conocimiento. Discutir esto lo afirmaría ya que uno tendría que ofrecer conocimiento al contrario. Además, si uno rechaza el conocimiento, ¿por qué alguien debería escucharlo? Por lo tanto, el libre albedrío libertariano y el alma (o algún aspecto inmaterial de la humanidad) existe, y por lo tanto, el naturalismo es falso.

Volviendo a la pregunta original, ¿cómo un ateo, si es correcto, ser verdaderamente un “librepensador”? Si Dios, y por lo tanto, el alma humana, no existe, las personas son nada más que mecanismos materiales obligados por las leyes de la química y física. Para decirlo sin rodeos, los seres humanos serían nada más que “bolsas de químicos en huesos”, o “robots de carne”. Si esto es todo lo que somos, no poseemos libre albedrío libertariano. Si la humanidad no tiene libre albedrío, entonces no somos libres para pensar lo que sea (en un sentido libertariano). Por lo tanto, el conocimiento, la racionalidad, y la moralidad son ilusorias. No seríamos libres para escoger ser razonables o comprometernos en la argumentación lógica o incluso para escoger libremente seguir la evidencia dondequiera que lleve. Ultimadamente, si el naturalismo ateo es verdadero, no somos libres de escoger algo; eso incluye lo que vamos a escoger creer o pensar.

El ateo naturalista no tiene justificación para etiquetarse “librepensador”. Pienso un mejor nombre para estos auto-proclamados “librespensadores” sería los “deterministas determinados”. Dado el naturalismo, ¡no hay libertad de pensar de otra manera!

Conclusión: Lo sobrenatural debe existir para el ateo naturalista para “libremente pensar” que no existe.

The Freethinking Theist,

Tim Stratton.


NOTAS

 Esta forma simbólica prueba que la estructura de mi Argumento del Librepensamiento es válido:

1.N → ¬ S
2. ¬ S → ¬ LFW
3. ¬ LFW → ¬ R & ¬ K
4.     R & K
5. R & K → LFW
6. LFW → S
7. S → ¬ N

 Para leer una versión expandida de este argumento click aquí.

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About the Author

Tim

Stratton

(The FreeThinking Theist)

Timothy A. Stratton (PhD, North-West University) is a professor at Trinity College of the Bible and Theological Seminary. As a former youth pastor, he is now devoted to answering deep theological and philosophical questions he first encountered from inquisitive teens in his church youth group. Stratton is founder and president of FreeThinking Ministries, a web-based apologetics ministry. Stratton speaks on church and college campuses around the country and offers regular videos on FreeThinking Ministries’ YouTube channel.

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